Un piloto muere en pleno vuelo y aterriza el avión un pasajero
Se trataba de un vuelo doméstico en Florida, un avión bimotor modelo "Super King", en el que íban un total de seis personas. El avión estaba en proceso de ascenso para alcanzar los 3.000 metros de altura, el recorrido era desde Jackson a Marco Island.
Los controladores de tráfico ayudaron al pasajero que cogió los mandos del avión para que pudiera efectuar el aterrizaje, lo calificaron como "el milagro de Pascua", por las fechas en las que se produjeron los hechos.
El avión entró en el espacio aéreo que controlan en el Centro de Miami, que es el responsable del tráfico de los aviones que operan desde Florida y el Caribe.
Steve Wallace, portavoz del centro, informó que después de despegar, el piloto comunicó por radio a los controladores en tierra que el aparato estaba ascendiendo, pero poco después, cuando intentaban comunicar con él ya no obtuvieron respuesta.
Siguieron intentándolo hasta que escucharon una voz diferente a la inicial, era la del valiente pasajero que les comunicó que el piloto estaba inconsciente, aparentemente muerto y que necesitaba ayuda urgente.
El hombre tenía licencia para poder pilotar aviones monomotores, pero no estaba cualificado para controlar este tipo de avión, un "Super King" de gran tamaño.
Los controladores le indicaron cómo aterrizar en el Aeropuerto Internacional del Sudoeste de Florida, en Fort Myers.
Las personas que viajaban en ese vuelo, no se conocían sus identidades ni su estado, según informó el portavoz del aeropuerto de Florida, Victoria Moreland, que dijo que los miembros eran todos de una misma familia.
El piloto en realidad no estaba inconsciente, estaba muerto, según confirmaron una vez que el avión aterrizó. Este suceso les ha extrañado ya que los pilotos se someten a unos controles médicos muy estrictos.
Los controladores de tráfico ayudaron al pasajero que cogió los mandos del avión para que pudiera efectuar el aterrizaje, lo calificaron como "el milagro de Pascua", por las fechas en las que se produjeron los hechos.
El avión entró en el espacio aéreo que controlan en el Centro de Miami, que es el responsable del tráfico de los aviones que operan desde Florida y el Caribe.
Steve Wallace, portavoz del centro, informó que después de despegar, el piloto comunicó por radio a los controladores en tierra que el aparato estaba ascendiendo, pero poco después, cuando intentaban comunicar con él ya no obtuvieron respuesta.
Siguieron intentándolo hasta que escucharon una voz diferente a la inicial, era la del valiente pasajero que les comunicó que el piloto estaba inconsciente, aparentemente muerto y que necesitaba ayuda urgente.
El hombre tenía licencia para poder pilotar aviones monomotores, pero no estaba cualificado para controlar este tipo de avión, un "Super King" de gran tamaño.
Los controladores le indicaron cómo aterrizar en el Aeropuerto Internacional del Sudoeste de Florida, en Fort Myers.
Las personas que viajaban en ese vuelo, no se conocían sus identidades ni su estado, según informó el portavoz del aeropuerto de Florida, Victoria Moreland, que dijo que los miembros eran todos de una misma familia.
El piloto en realidad no estaba inconsciente, estaba muerto, según confirmaron una vez que el avión aterrizó. Este suceso les ha extrañado ya que los pilotos se someten a unos controles médicos muy estrictos.
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