Por robar un paquete de tabaco y un mechero dos años de cárcel
Un hombre amenazó a unos inquilinos de una vivienda a la que accedió con otros amigos para hacer un botellón.
Creían que estaba deshabitada porque solían ir a esa casa aprovechando que nunca había nadie, pero en esta ocasión acababan de instalarse dos nuevos inquilinos, una pareja.
Son tres acusados, dos de ellos menores. Para acceder a la vivienda lo hicieron por la portilla de la puerta de entrada, que sufrió algunos daños valorados en 30 euros, después entraron por la ventana de un dormitorio que estaba abierta.
Cuando se dieron cuenta de que la casa estaba habitada, el acusado y otro de sus amigos se dirigieron a la puerta de la habitación de la mujer y le exigieron que les entregara el dinero y las joyas que tenía en la mesita, por lo que ella comenzó a gritar.
Cuando su marido escuchó los gritos de auxilio, salió hasta la puerta de la habitación y les hizo frente diciéndoles que se marcharan. Se fueron de allí, pero antes de hacerlo el acusado esgrimió contra el marido una barra metálica que utilizaban para cerrar la puerta trasera y le sustrajo un paquete de tabaco y un mechero que había en la casa.
Todo ocurrió en junio del pasado año.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha dictado sentencia por un delito de robo con intimidación y en la que condenan al acusado a dos años de cárcel. Se añade el agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción, acordando también que indemnizara al dueño de la vivienda con 30 euros más los intereses por los daños sufridos en la portilla.
En el mismo juicio se ha absuelto a otro hombre que estaba acusado porque aunque acudió a la vivienda a hacer el botellón, no se probó que interviniera en el robo.
El único condenado recurrió el fallo ante la Audiencia alegando que no se había probado que su intención fuera la de apoderarse de bien alguno, ya que acudió a la vivienda para hacer botellón y beber alcohol.
Pero la Audiencia reconoció que aunque no se puede descartar que ésa fuera la intención inicial "ha quedado acreditado sin duda alguna" que al percatarse de la presencia de la pareja, "exteriorizó" otra intención y exigió la entrega de dinero y joyas, una intención que además en cierta medida consumó aunque lo que sustrajo, el tabaco y el mechero, son de "escaso valor". Por este motivo ha rechazado el recurso y se ha confirmado la condena.
Creían que estaba deshabitada porque solían ir a esa casa aprovechando que nunca había nadie, pero en esta ocasión acababan de instalarse dos nuevos inquilinos, una pareja.
Son tres acusados, dos de ellos menores. Para acceder a la vivienda lo hicieron por la portilla de la puerta de entrada, que sufrió algunos daños valorados en 30 euros, después entraron por la ventana de un dormitorio que estaba abierta.
Cuando se dieron cuenta de que la casa estaba habitada, el acusado y otro de sus amigos se dirigieron a la puerta de la habitación de la mujer y le exigieron que les entregara el dinero y las joyas que tenía en la mesita, por lo que ella comenzó a gritar.
Cuando su marido escuchó los gritos de auxilio, salió hasta la puerta de la habitación y les hizo frente diciéndoles que se marcharan. Se fueron de allí, pero antes de hacerlo el acusado esgrimió contra el marido una barra metálica que utilizaban para cerrar la puerta trasera y le sustrajo un paquete de tabaco y un mechero que había en la casa.
Todo ocurrió en junio del pasado año.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha dictado sentencia por un delito de robo con intimidación y en la que condenan al acusado a dos años de cárcel. Se añade el agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción, acordando también que indemnizara al dueño de la vivienda con 30 euros más los intereses por los daños sufridos en la portilla.
En el mismo juicio se ha absuelto a otro hombre que estaba acusado porque aunque acudió a la vivienda a hacer el botellón, no se probó que interviniera en el robo.
El único condenado recurrió el fallo ante la Audiencia alegando que no se había probado que su intención fuera la de apoderarse de bien alguno, ya que acudió a la vivienda para hacer botellón y beber alcohol.
Pero la Audiencia reconoció que aunque no se puede descartar que ésa fuera la intención inicial "ha quedado acreditado sin duda alguna" que al percatarse de la presencia de la pareja, "exteriorizó" otra intención y exigió la entrega de dinero y joyas, una intención que además en cierta medida consumó aunque lo que sustrajo, el tabaco y el mechero, son de "escaso valor". Por este motivo ha rechazado el recurso y se ha confirmado la condena.
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