En Cataluña el tema de las multas lo llevan a rajatabla
Una mujer sacó a pasear a su perro un día lluvioso por la playa. Un agente la vió y la sancionó con 1.125 euros, porque según la ordenanza municipal que prohíbe los animales en la playa, se trataría de una infracción grave.
En el mismo ayuntamiento el mes pasado sancionaron con 325 euros a un grupo de jóvenes "por comer pipas en la calle".
En Barcelona multaron con 1.000 euros a 30 surfistas que estaban practicando su deporte con la bandera roja en la playa y a otro joven por desplazarse en monopatín por la ciudad.
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