¿Prohibirán el almuerzo en Italia?
Gianfranco Rotondi, Ministro para el Cumplimiento del Programa del Gobierno ha indignado a toda Italia cuando el lunes lanzó esto: "La pausa de almorzar afecta la productividad. Es un rito que bloquea a todo el país".
Según el ministro, se mejoraría la productividad, pero el mismo martes la propuesta fue rechazada por trabajadores, opinión pública y expertos en alimentación.
"¿Rotondi ha trabajado alguna vez?", dijo Gianni Pagliarini, responsable de PDCI (Partido Comunista), cuando defendió una de las conquistas laborales más antiguas de Europa.
Los italianos no se han callado y en una oleada de declaraciones han respondido de forma masiva e irritada la propuesta del ministro.
El almuerzo es una tradición, como es la de acudir a una "trattoria" para una buena comida, con pasta o carne, un plato de verduras, fruta y un café en vez del anónimo y rápido sándwich.
"Atacan los derechos de los trabajadores", dijo Michele Gentile, de la central CGIL que es el mayor sindicato italiano. "La pausa para el almuerzo es un derecho y nos oponemos al intento de eliminarla argumentando que aumenta la productividad".
"Mejor eliminar la hora de dormir" dijo Carlo Podda, responsable del sindicato de la función pública al Corriere della Sera.
Los sindicalistas consideran que esta propuesta es un atentado a los derechos de los trabajadores y los nutricionistas opinan que se trata de un ataque contra la salud y a la productividad de los empleados.
"Las comidas sincronizan nuestro ritmo. Es un error modificar ese mecanismo con ayunos prolongados", dijo Giuseppe Fatati, presidente d ela Asociación de Dietólogos italianos al diario II Messaggero. "El cerebro no debe ayunar. Para mantener la concentración y la productividad se necesita carburante".
Finalmente el ministro aclaró que "nunca había propuesto eliminar la hora de comer", puso como ejemplo su propio caso, "ya que había abolido el almuerzo hace 20 años. Lo ideal sería que los trabajadores eligieran".
Según Coldiretti, asociación de productores agrícolas italianos, el 44% de los trabajadores italianos comen en un restaurante o bar, un 36% en una cantina de la empresa y menos de un 5% llevan la comida de casa.
Según el ministro, se mejoraría la productividad, pero el mismo martes la propuesta fue rechazada por trabajadores, opinión pública y expertos en alimentación.
"¿Rotondi ha trabajado alguna vez?", dijo Gianni Pagliarini, responsable de PDCI (Partido Comunista), cuando defendió una de las conquistas laborales más antiguas de Europa.
Los italianos no se han callado y en una oleada de declaraciones han respondido de forma masiva e irritada la propuesta del ministro.
El almuerzo es una tradición, como es la de acudir a una "trattoria" para una buena comida, con pasta o carne, un plato de verduras, fruta y un café en vez del anónimo y rápido sándwich.
"Atacan los derechos de los trabajadores", dijo Michele Gentile, de la central CGIL que es el mayor sindicato italiano. "La pausa para el almuerzo es un derecho y nos oponemos al intento de eliminarla argumentando que aumenta la productividad".
"Mejor eliminar la hora de dormir" dijo Carlo Podda, responsable del sindicato de la función pública al Corriere della Sera.
Los sindicalistas consideran que esta propuesta es un atentado a los derechos de los trabajadores y los nutricionistas opinan que se trata de un ataque contra la salud y a la productividad de los empleados.
"Las comidas sincronizan nuestro ritmo. Es un error modificar ese mecanismo con ayunos prolongados", dijo Giuseppe Fatati, presidente d ela Asociación de Dietólogos italianos al diario II Messaggero. "El cerebro no debe ayunar. Para mantener la concentración y la productividad se necesita carburante".
Finalmente el ministro aclaró que "nunca había propuesto eliminar la hora de comer", puso como ejemplo su propio caso, "ya que había abolido el almuerzo hace 20 años. Lo ideal sería que los trabajadores eligieran".
Según Coldiretti, asociación de productores agrícolas italianos, el 44% de los trabajadores italianos comen en un restaurante o bar, un 36% en una cantina de la empresa y menos de un 5% llevan la comida de casa.
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