Brasil ha prohibido los equipos de bronceado artificial para fines estéticos
Los aparatos de bronceado artificial con fines estéticos han sido prohibidos por el Gobierno de Brasil.
De esta manera evitarán los riesgos para la salud, algo que ya está siendo criticado por los dueños de los establecimientos de estética y sus clientes.
Estos aparatos sólo podrán ser utilizados con fines terapéuticos, como el tratamiento de enfermedades como micosis, vitiligo, psoriasis, pero tendrán que tener un seguimiento médico.
Las sanciones para las clínicas que continúen ofreciendo este servicio podrán ser de hasta 1,5 de reales (unos 800.000 euros aproximadamente).
"Deberían respetar el libre arbitrio que cada uno tiene de hacer lo que quiera con el cuerpo", dijo Helena de Carneiro, ama de casa de 43 años que suele utilizar las camas solares.
En Brasil hay unos 5.000 aparatos de bronceado artificial en funcionamiento, la mayoría en el estado de Río Grande do Sul, que es el menos soleado del país.
Con esta norma Brasil se convierte en el primer país en prohibir estos aparatos después de que hace tres meses un organismo vinculado a la Organización Mundial de la Salud, alertara sobre los efectos cancerígenos de los rayos ultravioletas emitidos por los equipos artificiales, según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Larc (Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), ha denunciado que de acuerdo a sus estudios, la práctica del bronceado artificial puede aumentar en un 75 por ciento el riesgo de contraer cáncer de piel en personas de 35 años o menos.
Esta prohibición se ha determinado después de hacer una consulta pública de Anvisa, en la que escuchó a médicos y propietarios de clínicas, así como a los fabricantes de los equipos.
Según estadísticas del Ministerio de Salud, el cáncer de piel es el responsable de la cuarta parte de los casos de enfermedad en el país.
De esta manera evitarán los riesgos para la salud, algo que ya está siendo criticado por los dueños de los establecimientos de estética y sus clientes.
Estos aparatos sólo podrán ser utilizados con fines terapéuticos, como el tratamiento de enfermedades como micosis, vitiligo, psoriasis, pero tendrán que tener un seguimiento médico.
Las sanciones para las clínicas que continúen ofreciendo este servicio podrán ser de hasta 1,5 de reales (unos 800.000 euros aproximadamente).
"Deberían respetar el libre arbitrio que cada uno tiene de hacer lo que quiera con el cuerpo", dijo Helena de Carneiro, ama de casa de 43 años que suele utilizar las camas solares.
En Brasil hay unos 5.000 aparatos de bronceado artificial en funcionamiento, la mayoría en el estado de Río Grande do Sul, que es el menos soleado del país.
Con esta norma Brasil se convierte en el primer país en prohibir estos aparatos después de que hace tres meses un organismo vinculado a la Organización Mundial de la Salud, alertara sobre los efectos cancerígenos de los rayos ultravioletas emitidos por los equipos artificiales, según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Larc (Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), ha denunciado que de acuerdo a sus estudios, la práctica del bronceado artificial puede aumentar en un 75 por ciento el riesgo de contraer cáncer de piel en personas de 35 años o menos.
Esta prohibición se ha determinado después de hacer una consulta pública de Anvisa, en la que escuchó a médicos y propietarios de clínicas, así como a los fabricantes de los equipos.
Según estadísticas del Ministerio de Salud, el cáncer de piel es el responsable de la cuarta parte de los casos de enfermedad en el país.
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