Se vende vida eterna congelando cerebros

Se vende vida eterna congelando cerebros

Una empresa rusa de criogenización llamada "KrioRus" ofrece la posibilidad de la "vida eterna" congelando los cerebros.

Una de las personas que quiere probar es Osadchi, un banquero de 35 años que está dispuesto a que le congelen su cerebro cuando muera y que en un futuro puedan hacerlo vivir de nuevo.

"No tengo ganas de morir. Nunca, ni dentro de un año ni dentro de un millón de años".

Según los científicos esta técnica es un fraude, no es posible hacer esto.

Pero el banquero confía en las futuras tecnologías y en permanecer vivo por toda la eternidad, por lo que pagará a la empresa de criogenización para, supuestamente, hacer realidad ese sueño.

Piensa que después transplantarán su cerebro a otro cuerpo y podrá vivir de nuevo.

"En caso de fallecimiento, la única oportunidad ahora mismo es la crioconservación, los vampiros, el paraíso, el infierno y todas esas cosas sobrenaturales o religiosas no son reales", dice Osadchi.

"Si mañana muero en un accidente de automóvil y de esta manera existe aunque sea una posibilidad entre un millón de que yo pueda vivir de nuevo, entonces me sentiría feliz", dice Viktor Grebenchiko, uno de los fundadores de KrioRus.

Tanto Osadchi como el resto de clientes de KrioRus creen que el cerebro funciona como el disco duro de un ordenador y que su contenido puede congelarse y conservarse para una utilización futura.

"Sabemos que la personalidad se encuentra en el cerebro, así que cuando el cuerpo de una persona se hace viejo, no hay motivo para conservarlo", dice Danila Medvedev, que es el gerente de KrioRus.

En la empresa disponen de unos contenedores muy grandes que encierran unas cubas metálicas llenas de nitrógeno líquido, donde flotan las cabezas o los cuerpos enteros de los clientes.

Pero encima, puedes guardarte la cuba en la casa y que tu familia te vea.

"Nosotros decimos a nuestros clientes que es más barato, más seguro y probablemente mejor congelar únicamente el cerebro", dice Danila Medvedev.

Pues esta vida eterna cuesta 10.000 dólares para la cabeza y 30.000 dólares para el cuerpo entero.

De momento, la empresa KrioRus tienen más de 30 demandas de clientes para congelarse.

"Son unos estafadores, que piden mucho dinero. Es un fraude", dice Valentin Gristenko, director del Instituto de Criobiología, que es el primer establecimiento especializado fundado en la Unión Soviética y actualmente con sede en Ucrania.

"Si se congela ahora un cuerpo, incluso si se trata de un cuerpo en vida y con buena salud, después de su congelación no estará ni vivo ni entero. Actualmente ni siquiera se pueden conservar y preservar órganos, sólo células", explica el científico.

"No damos garantías, pero sí decimos que sería estúpido no intentarlo", dice Danila Medvedev.

Según Medvedev, la muerte se produce no cuando el corazón deja de latir, sino "cuando el cerebro está hecho papilla".

Según KrioRus, los partidarios de la criogenización pueden congelar a sus allegados sin su consentimiento.

Osadchi dice que no dudaría en congelar el cerebro de su madre aunque sea una rusa ortodoxa practicante y opuesta a la criogenización. Pero Osadchi opina que "tras la muerte, la persona no puede negarse".