Impactante: 23 años en coma y .. NO lo estaba
Este caso podría ser la pesadilla de cualquier persona en uno de sus peores sueños. Impactante el caso de Rom.
Rom Houben, de 46 años, sufrió un accidente de tráfico en 1983. En aquel momento los médicos le dijeron a la familia que Rom estaba en coma y desde entonces, ha pasado los últimos 23 años de su vida así.
Ahora han descubierto que estaba paralizado y no podía comunicarse con sus familiares ni médicos.
El estado vegetativo supuesto en el que estaba Rom lo ha llevado a pasar el mayor de los calvarios que creo que puede padecer cualquier persona. Escuchaba todo y se enteraba de todo, "Grité, pero no había nada que escuchar".
Gracias a una nueva tecnología, Rom fue sometido a un escáner que pudo determinar que su cerebro estaba en funcionamiento y casi completamente normal.
Rom describió aquel momento como "mi segundo nacimiento". "Todo el tiempo soñaba literalmente con una vida mejor. La frustración es una palabra demasiado pequeña para describir lo que sentí".
Steven Laureys, experto neurólogo, fue el hombre que "le salvó" y ahora ha dado a conocer su caso en una publicación científica. Opina que al igual que Rom, hay casos en todo el mundo.
En Zolder - Bélgica, los médicos utilizaron la Escala de Glasgow aceptada internacionalmente para evaluar el habla, la vista y las respuestas motoras, aunque el diagnóstico fue incorrecto.
Una nueva evaluación del caso de Rom en la Universidad de Lieja permitió descubrir que había perdido el control de su cuerpo, pero todavía era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo.
Seguramente no podrá abandonar el hospital nunca, pero se podrá comunicar a través de un ordenador gracias a un dispositivo especial e incluso leerá mientras está acostado. "Quiero leer, hablar con mis amigos mediante el ordenador y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto".
Con el caso de Rom, Steven Laureys quiere poner de manifiesto que estos casos ocurren en todo el mundo. "Sólo en Alemania cada año unas 100.000 personas sufren de lesión cerebral traumática grave. Alrededor de 20.000 son seguidas por un coma de tres semanas o más. Algunos de ellos mueren, otros recuperan la salud, pero se estima que entre 3.000 y 5.000 personas al año quedan atrapadas en una fase intermedia en la que viven sin regresar de nuevo".
Carrie Coons, de 86 años, de Nueva York, hace 20 años recuperó la conciencia después de un año, tomó pequeñas cantidades de alimentos por la boca y llegó a entablar conversación. Sólo unos días antes de su recuperación, un juez había concedido la petición de su familia para la eliminación de la sonda de alimentación que la había mantenido con vida hasta ese momento.
Rom Houben, de 46 años, sufrió un accidente de tráfico en 1983. En aquel momento los médicos le dijeron a la familia que Rom estaba en coma y desde entonces, ha pasado los últimos 23 años de su vida así.
Ahora han descubierto que estaba paralizado y no podía comunicarse con sus familiares ni médicos.
El estado vegetativo supuesto en el que estaba Rom lo ha llevado a pasar el mayor de los calvarios que creo que puede padecer cualquier persona. Escuchaba todo y se enteraba de todo, "Grité, pero no había nada que escuchar".
Gracias a una nueva tecnología, Rom fue sometido a un escáner que pudo determinar que su cerebro estaba en funcionamiento y casi completamente normal.
Rom describió aquel momento como "mi segundo nacimiento". "Todo el tiempo soñaba literalmente con una vida mejor. La frustración es una palabra demasiado pequeña para describir lo que sentí".
Steven Laureys, experto neurólogo, fue el hombre que "le salvó" y ahora ha dado a conocer su caso en una publicación científica. Opina que al igual que Rom, hay casos en todo el mundo.
En Zolder - Bélgica, los médicos utilizaron la Escala de Glasgow aceptada internacionalmente para evaluar el habla, la vista y las respuestas motoras, aunque el diagnóstico fue incorrecto.
Una nueva evaluación del caso de Rom en la Universidad de Lieja permitió descubrir que había perdido el control de su cuerpo, pero todavía era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo.
Seguramente no podrá abandonar el hospital nunca, pero se podrá comunicar a través de un ordenador gracias a un dispositivo especial e incluso leerá mientras está acostado. "Quiero leer, hablar con mis amigos mediante el ordenador y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto".
Con el caso de Rom, Steven Laureys quiere poner de manifiesto que estos casos ocurren en todo el mundo. "Sólo en Alemania cada año unas 100.000 personas sufren de lesión cerebral traumática grave. Alrededor de 20.000 son seguidas por un coma de tres semanas o más. Algunos de ellos mueren, otros recuperan la salud, pero se estima que entre 3.000 y 5.000 personas al año quedan atrapadas en una fase intermedia en la que viven sin regresar de nuevo".
Carrie Coons, de 86 años, de Nueva York, hace 20 años recuperó la conciencia después de un año, tomó pequeñas cantidades de alimentos por la boca y llegó a entablar conversación. Sólo unos días antes de su recuperación, un juez había concedido la petición de su familia para la eliminación de la sonda de alimentación que la había mantenido con vida hasta ese momento.
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