Al menos 40.000 adolescentes sufren las secuelas por adicción al cannabis
Alrededor de 40.000 adolescentes españoles de entre 14 y 18 años (2,2 % de la población), podría estar realizando un "consumo problemático" de cannabis.
Este consumo tan frecuente genera la pérdida de memoria y capacidad de concentración, lo que se traducirá después en fracaso escolar y problemas de conducta, como agresividad, disminución del apetito, apatía o problemas para dormir.
"Cannabis II" es el segundo informe sobre esta droga que se realiza en tres años y ha llegado a esa conclusión.
El primer informe se hizo en 2006, también por la Delegación del Plan Nacional sobre Drogas.
Este aumento de consumo es el que ha motivado la realización del nuevo trabajo: "cuando hablamos de consumo problemático, estamos hablando de aquel consumo que ya está manifestándose con irritabilidad, fracaso escolar y necesidad de consumir para poder desarrollarse habitualmente".
"La revisión de los últimos estudios consolidan lo que ya sabíamos, que el consumo de cannabis produce alteraciones del sistema nervioso central; déficit en la memoria, la atención y la capacidad psicomotora y que está directamente relacionado con el fracaso escolar", indicó la delegada, quien apuntó también que los 'porros' "puede producir otros trastornos mentales, como la psicosis", dijo Carmen Moya.
El cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida en el mundo. En España, el 35 por ciento de los jóvenes de 14 a 18 años, ha fumado "porros" alguna vez en su vida, un 30 por ciento en el año y un 20 por ciento en los últimos 30 días.
Los porcentajes son "muy elevados", pero ha habido un descenso del 7,6 y 5 puntos, respectivamente, desde el año 2004.
El hecho de que se haya "quebrado la tendencia creciente" de consumo de cannabis en España demuestra que las políticas emprendidas "hace años", logran "resultados alentadoras", añadió Moya.
Pero los "porros" siguen siendo una preocupación para el Gobierno, por ser una "puerta de entrada" al consumo de otras sustancias (el 98% de los escolares que fumaron 'porros' en los últimos 12 meses también bebieron alcohol, casi el 80% también tabaco y un 11 por ciento cocaína--, sino porque la precocidad de inicio de su consumo (14,5 años) agrava los daños que produce en los jóvenes.
En concreto, según la experta en adicciones, entre un 7 y un 10 por ciento de las personas que han probado alguna vez cannabis tienen riesgo de desarrollar un trastorno de dependencia. Tomado a diario y durante periodos prologados --el 3,2% de los adolescentes españoles lo consume cada día-- genera "daños severos en el tejido cerebral", afectando a la capacidad de concentración y la memoria a corto plazo.
Sólo un 2 por ciento de los estudiantes que consumieron cannabis en su vida consiguen un título universitario, frente al 30 por ciento de los que nunca la consumieron. También tienen más accidentes los consumidores de "porros", ya que al fumarlos antes de conducir se "multiplica por tres" el riesgo de acabar en el hospital.
En los adultos el cannabis produce taquicardias y puede causar problemas de infertilidad, tanto en mujeres como en hombres, además de que en ellos incrementa en un 70 por ciento, el riesgo de desarrollar un cáncer de testículo.
También pueden dar lugar a trastornos mentales, como la ansiedad, cuadros depresivos y elevación del riesgo de padecer psicosis. "El 13 por ciento de los pacientes con esquizofrenia se podrían haber evitado sin el consumo de cannabis".
Este consumo tan frecuente genera la pérdida de memoria y capacidad de concentración, lo que se traducirá después en fracaso escolar y problemas de conducta, como agresividad, disminución del apetito, apatía o problemas para dormir.
"Cannabis II" es el segundo informe sobre esta droga que se realiza en tres años y ha llegado a esa conclusión.
El primer informe se hizo en 2006, también por la Delegación del Plan Nacional sobre Drogas.
Este aumento de consumo es el que ha motivado la realización del nuevo trabajo: "cuando hablamos de consumo problemático, estamos hablando de aquel consumo que ya está manifestándose con irritabilidad, fracaso escolar y necesidad de consumir para poder desarrollarse habitualmente".
"La revisión de los últimos estudios consolidan lo que ya sabíamos, que el consumo de cannabis produce alteraciones del sistema nervioso central; déficit en la memoria, la atención y la capacidad psicomotora y que está directamente relacionado con el fracaso escolar", indicó la delegada, quien apuntó también que los 'porros' "puede producir otros trastornos mentales, como la psicosis", dijo Carmen Moya.
El cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida en el mundo. En España, el 35 por ciento de los jóvenes de 14 a 18 años, ha fumado "porros" alguna vez en su vida, un 30 por ciento en el año y un 20 por ciento en los últimos 30 días.
Los porcentajes son "muy elevados", pero ha habido un descenso del 7,6 y 5 puntos, respectivamente, desde el año 2004.
El hecho de que se haya "quebrado la tendencia creciente" de consumo de cannabis en España demuestra que las políticas emprendidas "hace años", logran "resultados alentadoras", añadió Moya.
Pero los "porros" siguen siendo una preocupación para el Gobierno, por ser una "puerta de entrada" al consumo de otras sustancias (el 98% de los escolares que fumaron 'porros' en los últimos 12 meses también bebieron alcohol, casi el 80% también tabaco y un 11 por ciento cocaína--, sino porque la precocidad de inicio de su consumo (14,5 años) agrava los daños que produce en los jóvenes.
En concreto, según la experta en adicciones, entre un 7 y un 10 por ciento de las personas que han probado alguna vez cannabis tienen riesgo de desarrollar un trastorno de dependencia. Tomado a diario y durante periodos prologados --el 3,2% de los adolescentes españoles lo consume cada día-- genera "daños severos en el tejido cerebral", afectando a la capacidad de concentración y la memoria a corto plazo.
Sólo un 2 por ciento de los estudiantes que consumieron cannabis en su vida consiguen un título universitario, frente al 30 por ciento de los que nunca la consumieron. También tienen más accidentes los consumidores de "porros", ya que al fumarlos antes de conducir se "multiplica por tres" el riesgo de acabar en el hospital.
En los adultos el cannabis produce taquicardias y puede causar problemas de infertilidad, tanto en mujeres como en hombres, además de que en ellos incrementa en un 70 por ciento, el riesgo de desarrollar un cáncer de testículo.
También pueden dar lugar a trastornos mentales, como la ansiedad, cuadros depresivos y elevación del riesgo de padecer psicosis. "El 13 por ciento de los pacientes con esquizofrenia se podrían haber evitado sin el consumo de cannabis".
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