Mueren los 3 miembros de una familia de Ames por neumonía en Valencia
- María Encarnación Seoane, su marido, Gregorio Fraile, y la hija de ambos fallecieron en el plazo de dos semanas
Médicos del Hospital General de Valencia tratan de averiguar la causa de un brote de neumonía que, en las últimas dos semanas, se ha cobrado la vida de tres miembros de una misma familia con raíces en el municipio coruñés de Ames.
María Encarnación Seoane, su marido, Gregorio Fraile Aguado, y la hija de ambos, Dolores Fraile Seoane, permanecían ingresados en el servicio de urgencias del hospital levantino desde el día 25 de enero, adonde llegaron con un cuadro de neumonía muy grave.
Los peores pronósticos de los especialistas se fueron cumpliendo en los quince días siguientes. El primero en fallecer fue Gregorio Fraile; solo unos días después lo hacía su hija Dolores, curiosamente la que presentaba peor pronóstico de los tres. El pasado sábado, María Encarnación moría en el Hospital General de Valencia sin que los médicos se puedan explicar todavía cómo contrajeron una enfermedad fulminante.
Ahora, la labor de los investigadores se centra en recabar información, consultando tanto a los familiares de los fallecidos en Valencia como a sus parientes de Ames. No obstante, en principio está descartado que las tres personas pudieran haberse contagiado en Galicia. Un sobrino de Encarnación que vive en Ames explicó a La Voz que su tía, su marido y su prima viajaron por última vez al municipio coruñés en el mes de noviembre, cuando asistieron al entierro de otro familiar, demasiado tiempo como para que la enfermedad se incubase hasta manifestarse a finales de enero.
Las líneas de investigación abiertas son dos: por un lado, el lugar de trabajo de Gregorio, encargado de los camiones de una de las empresas que realizan el servicio de limpieza en Valencia; por otro, la posibilidad de que fuese Dolores, la hija, enfermera de profesión, la que se contagiase en su centro de trabajo, en Levante.
Posible agente externo
Según informó el diario Levante , tras las autopsias practicadas a Gregorio y a su hija, los especialistas «no han quedado satisfechos con la información obtenida, pues la agresividad extrema con la que se ha manifestado la enfermedad no queda suficientemente explicada con los análisis biológicos efectuados». Señala el rotativo que las pesquisas se centran también en determinar un agente externo al neumococo «que haya empeorado irremisiblemente el estado de los pacientes». Levante publicó que los tres sufrieron una infección respiratoria diez días antes de aparecer la enfermedad, aunque no se trataron por considerar que se trataba de un resfriado.
La enfermedad es mortal entre el veinticinco y el sesenta por ciento de los casos, «y aún es más letal cuando a los enfermos se les aplica la ventilación asistida, como así ocurrió en este caso», dice el diario valenciano.
Otra de las particularidades puestas de manifiesto por los investigadores tiene que ver con el hecho de que los tres tenían el neumococo en sangre. Los especialistas valencianos califican el fatídico desenlace de este brote como de «insólito».
María Encarnación Seoane, su marido, Gregorio Fraile Aguado, y la hija de ambos, Dolores Fraile Seoane, permanecían ingresados en el servicio de urgencias del hospital levantino desde el día 25 de enero, adonde llegaron con un cuadro de neumonía muy grave.
Los peores pronósticos de los especialistas se fueron cumpliendo en los quince días siguientes. El primero en fallecer fue Gregorio Fraile; solo unos días después lo hacía su hija Dolores, curiosamente la que presentaba peor pronóstico de los tres. El pasado sábado, María Encarnación moría en el Hospital General de Valencia sin que los médicos se puedan explicar todavía cómo contrajeron una enfermedad fulminante.
Ahora, la labor de los investigadores se centra en recabar información, consultando tanto a los familiares de los fallecidos en Valencia como a sus parientes de Ames. No obstante, en principio está descartado que las tres personas pudieran haberse contagiado en Galicia. Un sobrino de Encarnación que vive en Ames explicó a La Voz que su tía, su marido y su prima viajaron por última vez al municipio coruñés en el mes de noviembre, cuando asistieron al entierro de otro familiar, demasiado tiempo como para que la enfermedad se incubase hasta manifestarse a finales de enero.
Las líneas de investigación abiertas son dos: por un lado, el lugar de trabajo de Gregorio, encargado de los camiones de una de las empresas que realizan el servicio de limpieza en Valencia; por otro, la posibilidad de que fuese Dolores, la hija, enfermera de profesión, la que se contagiase en su centro de trabajo, en Levante.
Posible agente externo
Según informó el diario Levante , tras las autopsias practicadas a Gregorio y a su hija, los especialistas «no han quedado satisfechos con la información obtenida, pues la agresividad extrema con la que se ha manifestado la enfermedad no queda suficientemente explicada con los análisis biológicos efectuados». Señala el rotativo que las pesquisas se centran también en determinar un agente externo al neumococo «que haya empeorado irremisiblemente el estado de los pacientes». Levante publicó que los tres sufrieron una infección respiratoria diez días antes de aparecer la enfermedad, aunque no se trataron por considerar que se trataba de un resfriado.
La enfermedad es mortal entre el veinticinco y el sesenta por ciento de los casos, «y aún es más letal cuando a los enfermos se les aplica la ventilación asistida, como así ocurrió en este caso», dice el diario valenciano.
Otra de las particularidades puestas de manifiesto por los investigadores tiene que ver con el hecho de que los tres tenían el neumococo en sangre. Los especialistas valencianos califican el fatídico desenlace de este brote como de «insólito».
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